Durante 8 años, el león del circo soportó una vida de cautiverio, confinado en una pequeña jaula. Su existencia estuvo marcada por el estruendo de la multitud, los reflectores brillantes y las actuaciones forzadas. Pero la vida en ese circo era todo menos natural para él. Creció soportando el peso de un mundo que no le pertenece.
Finalmente, su historia cambió. Un día, un grupo de defensores de los derechos de los animales logró persuadir a los dueños del circo para liberar al león. Esta liberación marcó el comienzo de una nueva vida para el león, una vida en la que no sería forzado a actuar para entretener a las multitudes.
Aunque al principio estaba asustado y desconfiado, el león poco a poco comenzó a adaptarse a su nuevo hogar en un santuario para grandes felinos. Ahí, finalmente, pudo experimentar la libertad y vivir una vida más en sintonía con su naturaleza. Su historia es un recordatorio conmovedor de la importancia de respetar y proteger a todas las criaturas de nuestro planeta.
ADI acudió a un circo en Guatemala en busca de liberar a nueve tigres y dos leones. Jan y Tim, el presidente y el vicepresidente de ADI, estuvieron presentes en el campo para ver a los animales con sus propios ojos. En el momento en que vieron a los animales, se entristecieron al ver su estado actual, especialmente Tarzán y Tanya, los dos leones del circo.
Al mirar a Tarzán, notaron que su labio inferior colgaba. Alguien en el circo les dijo que Tarzán luchó contra un tigre y la valiente leona Tanya lo defendió.
“Tanya es bastante pequeña, pero luchó con todo su corazón”, dijo Jan a The Dodo.
Tanya y Tarzán estuvieron encerrados en una pequeña jaula la mayor parte de sus vidas. ADI sabía que estos animales ya habían pasado por bastante sufrimiento y estaban decididos a liberarlos de él.
ADI ayuda a los animales rescatados a recuperarse antes de transferirlos a una casa más grande.
Con el objetivo de ADI en mente, rescatan a los animales de los circos y los curan primero antes de liberarlos en una casa mucho más grande. Un día después del rescate, intentaron dejar que los gigantescos gatos vagaran por el césped.
Se podía notar la cautela de Tarzán en el momento en que pisó el césped, ya que era la primera vez para él. No pasó mucho tiempo hasta que finalmente se acostumbraron al nuevo lugar. Tarzán tampoco tiene preocupaciones ya que Tanya siempre estuvo ahí para protegerlo.
Tarzán tenía problemas en la mandíbula, por lo que ADI arregló la mandíbula inferior de Tarzán antes de que se infectara. Después de la operación, enviaron al león de regreso a su hogar temporal.
El nivel de comodidad de Tanya y Tarzán mejoró en las semanas posteriores a su llegada al centro. Jugaban como gatitos y quedaban fascinados con cada pequeño detalle que encontraban. Después de algunas semanas de preparación, ADI pensó que estaban listos para su nuevo hogar.
Por fin, un lugar donde los animales podrían pasar el resto de sus vidas en paz.
Ya era hora de que los transfirieran al santuario de ADI en Sudáfrica. Sin duda fue un viaje largo ya que tuvieron que detenerse cuatro veces antes de llegar al lugar. Durante las largas horas de vuelo, Tim, Jan y el resto de la tripulación hicieron todo lo posible para mantener a los animales tranquilos.
Finalmente, llegaron a su destino y poco a poco presentaron a los animales su nuevo hogar.
ADI se aseguró de mantener a Tarzán y Tanya dentro del mismo recinto porque, con Tanya al lado de Tarzán, no había nada de qué preocuparse.
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