La sabra, un cactus frutal, tiene un simbolismo particular tanto en Israel como en Palestina, donde crece silvestre en toda la región: sobrevive en todas las condiciones climáticas, resistente por fuera pero suave y dulce por dentro. En ambos lados del conflicto palestino-israelí, muchos afirman que la planta es un emblema de la fuerza y la tenacidad de su pueblo.
Hace un año, el artista Ahmad Yaseen, de la facultad de arte de la Universidad An Majah en la ciudad palestina de Nablus, decidió utilizar los cactus espinosos como lienzos para sus imágenes políticas. En un entorno donde los materiales y la educación artística son escasos, este ingenio en sí mismo es evidencia del carácter local que espera transmitir en estos retratos.
Ahmad Yaseen, “Patience” (2016), acrílico sobre cactus
En acrílico blanco y verde, con un detalle impresionante considerando su superficie llena de baches, Yaseen pinta retratos: un par de bebés recién nacidos amamantando, el brazo doblado de la madre formando el ojo de una cerradura; una anciana con una keffiyah, con los ojos cerrados y la frente arrugada, agarrando una llave maestra. Este motivo clave recurrente, dice, es un símbolo de esperanza y a menudo se asocia con el derecho al retorno, que es un principio político que dice que todos los refugiados palestinos deben tener la oportunidad de regresar a sus hogares anteriores a la Nakba.
En otra obra, incrustó una piedra en el cactus y pintó una mano agarrándola. Es la referencia más abierta a la violencia entre las pinturas de cactus. No representa cuchillos, el arma más utilizada en la actual infitada, ni otras armas.
Ahmad Yaseen en el trabajo
Su intención es que sus cuadros prediquen la paz. “No pinto mártires ni escenas que ocurren en el actual conflicto entre israelíes y palestinos”, dijo al monitor de AI. Dibujo elementos que también brindan un rayo de esperanza y no solo desesperación”, dijo Yaseen en una entrevista con Al-Monitor. “Hoy, el miedo reina sobre el terreno entre mi pueblo, los palestinos, pero también entre los israelíes. Sin embargo, un artista debería tener una vista aérea, y eso es lo que hago”.
Cuando fotografía estas obras, el paisaje seco y montañoso que lo rodea crea un telón de fondo melancólico; En una fotografía, las antenas de Elon Morreh, el centro de la empresa de asentamientos de Israel en los territorios palestinos, se recortan contra el cielo.
Ahmad Yaseen, “Life” (2016), acrílico sobre cactus
Ahmad Yaseen en el trabajo