El notable crecimiento de la agricultura se puede atribuir a los avances en prácticas y tecnologías. Los agricultores han adoptado técnicas y herramientas innovadoras a lo largo de los años, que han transformado la forma en que se cultivan los cultivos. El uso de organismos genéticamente modificados (OGM) y la agricultura de precisión han revolucionado la productividad y la calidad de los cultivos. Los científicos han manipulado genes responsables del crecimiento de frutas y hortalizas mediante modificaciones genéticas, lo que ha dado lugar a la producción de productos más grandes y fuertes.